Este pequeñín, todos
los días antes de entrar a clases lo encontraba correteando por allí, travieso
como ninguno. Un día lo senté a mi lado y le aconseje que se portara bien, en
los días siguientes se sentada a mi lado, y no hubo día más bonito para mí
cuando sin pensarlo un día cualquiera me dijo: Maestra sino viene mi maestra; ¿me
puede usted dar clases?
0 Response to "¿ME PUEDE USTED DAR CLASES?"
Publicar un comentario